El golpe de Estado en
Bolivia, la represión en Chile, las últimas masacres , resultan tremendas, pero
desde hace un tiempo a esta parte no
sorprende el avance de la derecha en contra
de gobiernos populares , la persecución y las graves violaciones a los derechos
humanos parecen ser el sello distintivo de una época sangrienta e inédita en
tiempos de democracia. Basta con analizar el contexto internacional y la
posición que adopta EEUU en estos conflictos como para poder imaginar que se
esconde detrás de todo esto, y acerca de los interrogantes posibles, que
apetencias puede tener NorteAmérica, sino la destrucción misma, sobre gobiernos que osan defender sus
soberanías y sus independencias económicas , porque resulta tan difícil para
algunos mandatarios repudiar lo obvio y defender a sus pueblos sobre las
distintas invasiones culturales, sociales y económicas, que oscuros intereses
hacen que se permita la expoliación de la riqueza y que perversión aún mayor de
tirar con puntería y sonrisa mediante a los globos oculares.
La realidad es sin
duda multicausal, pero lo que no puede ponerse en dudas es el derecho a la
vida, a la libertad y a la autodeterminación de los pueblos, ya que renunciar a
eso sería imperdonable en cualquier
tiempo y lugar.